21 oct 2010

Resistencia



Me gusta la poesía que te deja la mente en silencio.

Palabras como frutas, que caen del árbol en el momento indicado, y se comparten.

Leerlas es casi mirar, contemplar.

Seba escribe como un amigo que te cuenta algo. Al leerlo, aunque no lo conozcas, te hacés amigo.

Es para leer en el campo, tirado en el pasto, mientras te tomás un mate y alguien te acaricia el pelo.

Escribir un poema, para él, no es más que hacer un encuadernado a la japonesa, ni menos que preparar su famosa pizza de papas.

Escribe andando, a ritmo de paseante.

Escribe como amasa, y comenta: está buenísima la albahaca.

Les dejo a los desentendidos los juicios estéticos sobre ésta obra. Y los invito a quitarse las zapatillas, preparase una bebida rica, y sentarse sobre sus versos: imágenes de un cine de barrio, con buen sonido.

Adrián Bechelli


Algunos poemas.


Gata techera


para hacer la

revolución mejor

una ak 47

y la organización de base horizontal y clasista


para expresar algo

hondamente mejor

el silencio


los pájaros, los árboles

no necesitan palabras

agrupadas en

versos

la poesía

no sirve


es como una gata

que vive en el techo

de una casa: no

se le hacen mimos ni

se le llama con silbidos,


pero es


irremediablemente bella

irremediablemente cercana


Pensás en Lacán


la mañana es el mejor momento

para leer poesía


te levantás con ojos achinados

y ponés la pava mientras abrís el libro

en cualquier parte

y güerri dice:


Miedo.

Ansiedad.

Todo bien.


Miedo.

Ansiedad.

Todo bien.


sonreís un poco mientras te sacás las lagañas

y recordando haber soñado que una ostra gigante

te devoraba,

pensás en lacán, su padre

y sus miles de hijos a sueldo


ponés la yerba dentro del mate

formando una montaña inclinada

que el agua escala y penetra,

que el agua hincha y revive,


abrís el libro

de nuevo


Nunca escribí –continúa güerri– la palabra río, nunca

Te dije ese algo misterioso muere.


mientras ella sale de la habitación vos estás chupando un mate

y recordás su mano agarrándote la pija en tu diaria erección matutina,

pasa por tu cabeza la imagen arrastrada

por el viento que circula al abrirse la puerta


pero la mañana es el mejor momento

para leer poesía

coger

coger mejor en otro horario,

ella te mira,

está vestida,

más vestida que vos

que andás con esos pantaloncitos inentendibles


te mira con

un poco de desprecio o eso te parece

y se va

no toma un mate,

ni lee un poema;

toma sus cosas y las carga en su bolso

en el que su cara de dormida no entra,

pero antes de irse, eso sí

te vuelve a tocar

la ingle


es esa

la parte de tu cuerpo

que ella prefiere

vos

le acariciás la cara

y la besás en la

frente con toda la ternura de la que sos capaz


a la mañana te pasa

eso



1 comentario:

  1. A veces el azar causal me muestra los miles de hermanos sueltos por ahí que tengo. Gran poeta esa voz hermana. Saludos...

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